Así lo determina un estudio realizado a un grupo racialmente diverso de 159.255 mujeres y liderado por la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
El estudio señala que el 25% de las personas más optimistas que participaron en el sondeo contaban con un 5,4% más probabilidades de tener una mayor esperanza de vida y un 10% más de superar los 90 años que el 25% de las más pesimistas.
Optimisto y longevidad
El estudio que ha sido publicado en la revista académica ‘Journal of the American Geriatrics Society’ determina que los factores relacionados con el estilo de vida saludable, como la calidad de la dieta, la actividad física, el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo y el consumo de alcohol, representaron menos de una cuarta parte de la asociación entre la longevidad y el optimismo.
Los investigadores encontraron que el vínculo entre el optimismo y la longevidad era evidente en todos los grupos raciales y étnicos, y que los factores del estilo de vida representaban casi una cuarta parte de la asociación entre el optimismo y la esperanza de vida.
Hayami Koga, autora principal y estudiante de postdoctorado en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard explica en un comunicado:
“Aunque el optimismo en sí mismo puede estar determinado por factores sociales estructurales, nuestros hallazgos sugieren que los beneficios del optimismo para la longevidad pueden ser válidos para todos los grupos raciales y étnicos”.
Las personas optimistas son menos propensas a culparse a sí mismas y más a ver el obstáculo como algo temporal o incluso positivo
¿Qué es el optimismo?
Según los expertos, el optimismo no significa ignorar los factores de estrés de la vida. Pero cuando ocurren cosas negativas, las personas optimistas son menos propensas a culparse a sí mismas y más a ver el obstáculo como algo temporal o incluso positivo. Los optimistas también creen que tienen control sobre su destino y pueden crear oportunidades para que sucedan cosas buenas en el futuro.
Ser optimista también mejora la salud, según los estudios. Investigaciones anteriores han encontrado una relación directa entre el optimismo y comportamientos más saludables en cuanto a la dieta y el ejercicio, así como una mejor salud cardíaca, un sistema inmunológico más fuerte, una mejor función pulmonar y un menor riesgo de mortalidad, entre otros.
“El optimismo puede ser un importante objetivo de intervención para la longevidad en diversos grupos”, añadió Hayami Koga.