Kylian Mbappé no tiene nada que demostrar; sin embargo, el Real Madrid representa el reto más grande de su apoteósica carrera.
Para medirse en las grandes ligas a nivel de clubes, su salida del balompié francés resultaba obligada, y aunque posiblemente se demoró al menos un par de años, está en una edad perfecta (25) para intentar escribir una historia inolvidable en la ‘Casa Blanca’.
El atacante llega a un club que no lo necesitaba, pero lo deseaba tanto que fue capaz de soportar múltiples desaires y demoras. Florentino Pérez dejó de lado el orgullo, consciente de que los mejores futbolistas del mundo, tarde o temprano tienen que pasar por el Santiago Bernabéu. Y Kylian es uno de ellos.
La maquinaria merengue funciona con la misma perfección de un reloj suizo, con lo que Mbappé estará obligado a embonar como uno más de los engranes de mayor brillo. En el papel no parece que pueda demorar en integrarse a una dinámica que sólo sabe lidiar con el éxito.
Eso sí, deberá modular sus aires de protagonismo y los aspavientos que lo suelen caracterizar, porque hay otras estrellas de su misma o similares dimensiones que llevan mano por derecho de antigüedad. Vinícius y Bellingham, por mencionar tan sólo a un par.
La llegada de Mbappé a LaLiga representa un impacto deportivo y económico brutal para una competencia que si bien se mantiene en la élite, estaba ‘huérfana’ de un crack de las dimensiones del francés, luego de que Cristiano Ronaldo, primero, y Leo Messi, después, se marcharon.
La gran interrogante que surge con la confirmación del fichaje del francés campeón del mundo en 2018, es si será capaz de siquiera acercarse a lo que hizo CR7 en el conjunto merengue, que no es poca cosa: máximo goleador histórico del club (451 anotaciones) y 16 títulos en nueve temporadas., entre ellos cuatro Champions.
O más allá, si podría aspirar a convertirse en un futbolista tan determinante como Messi durante tantos años consecutivos. Hablar de números resulta ocioso porque no le alcanzará la carrera para conseguir lo que conquistaron argentino y portugués, pero sí que su aspiración deberá rondar en erigirse como el estandarte del Madrid y por ende de LaLiga.
Jorge Valdano definió de forma brillante las diferencias en una comparación entre Leo y Kylian.
“Para ser Messi hay que jugar extraordinariamente bien al futbol durante 20 años. Vamos a ver con qué armas pelea Mbappé, que es un portento físico, pero con el físico te alcanza hasta determinada edad, no toda la vida, no 20 años. Messi es un talento superior, sobre eso no hay ninguna duda”.
El galo ya dio el primer paso, llegar al club de sus sueños. Ahora su misión es ganar títulos e imponer todos los récords individuales posibles, pues sólo así será capaz de acercarse un poco a los dos monstruos que dominaron el balompié durante más de 15 años.