La temporada de calor ha visto 33 incendios en 9 municipios, causando dos muertes y dañando más de 25 mil hectáreas de bosques.
En la zona montañosa de Elota, Sinaloa, un incendio forestal devasta la región desde hace cuatro días. Preocupados por la cercanía de las llamas, los habitantes de comunidades cercanas realizaron un bloqueo carretero, exigiendo más ayuda para apagar el fuego, que amenaza con alcanzar sus viviendas y áreas donde se encuentran sus animales.
En respuesta a la emergencia, 134 brigadistas, incluyendo personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), están combatiendo el incendio desde varios frentes.
La comunidad de el Aguaje, la más cercana al fuego, se ha convertido en el centro de operaciones. Funcionarios estatales se reunieron allí con personal de la Sedena y llevaron a cabo un sobrevuelo de reconocimiento para evaluar la situación en la zona afectada.
Mientras la lucha continúa, los pobladores tienen la esperanza que los esfuerzos de combate logren controlar el incendio antes de que cause más daños.
María Inés Pérez Corral, titular de la Secretaria de Bienestar y Desarrollo Sustentable (Sebides), al atender la emergencia fue honesta y reconoció que se trata de un incendio de combate complicado, ya que se encuentra en un área de muchos riscos, por lo que explicó, se harán brechas cortafuegos.
“Lo que buscamos, primero, es proteger la vida de nuestros brigadistas, entonces, se abre una brecha cortafuego y se hace un contrafuego para que el fuego que viene de arriba se encuentre con una línea abajo”, explicó.
Este no es el único incendio activo en Sinaloa, en total hay tres incendios forestales en el estado. Los otros dos se encuentran en el sur, en el municipio de Rosario, uno en la comunidad de El Naranjo y otro en una zona clasificada como terrenos nacionales.
Desde que inició la temporada de calor, los brigadistas han enfrentado 33 incendios forestales en 9 municipios, con un saldo trágico de dos personas fallecidas y más de 25 mil hectáreas, principalmente de bosques de pino-encino y selvas caducifolias, han sido afectadas, convirtiendo esta situación en una crisis ambiental significativa.
La lucha continúa, mientras los pobladores esperan que los esfuerzos de combate logren controlar el incendio antes de que cause más daños.