LAS VEGAS — “Con el escudo o sobre él”. Así decían las mujeres espartanas a sus hombres en la antigüedad cuando iban a la guerra. Siglos después, nadie mejor que los mexicanos se ajustan a esa frase cuando se trata de una pelea de boxeo.
Aunque los superes técnicamente o en poder, no van a dejar de perseguirte, de acosarte. La palabra rendición no aparece en su diccionario. Y si encuentran una brecha, te harán pagar.
Los guerreros aztecas son de otra clase, otra estirpe.
Este sábado 4 de mayo, dos de los más renombrados: Saúl ‘Canelo’ Álvarez (60-2-2,39 KO’s) y Jaime Munguía (43-0-0, 34 KO’s), intercambiarán golpes en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, en una pelea que promete ser explosiva y donde Canelo expondrá por cuarta ocasión los cinturones de campeón supermediano de los cuatro organismos mayores: Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Por un lado, el campeón indiscutible ya estableció sus intenciones. Aseveró posterior a la llegada oficial a la sede del combate que noqueará a su oponente en ocho rounds, llamativa tanta seguridad ya que Canelo no detiene a un rival desde 2021, cuando venció por TKO en 11 asaltos a Caleb Plant.
Mientras que, por el otro, Munguía no se sale del guión del humilde retador que agradece la oportunidad, afirmando que respeta mucho a Canelo y le da todo el crédito del mundo por lo que ha construido, pero sobre el ring toda esa reverencia quedará en el pasado.
Para Canelo estas batallas con toda la atención sobre sí forman parte de su rutina; mientras que Munguía se estrena en un gran escenario y no son pocos los que nos preguntamos qué tipo de peleador veremos una vez que suene la campana el sábado.
¿Se parecerá Munguía a los afamados guerreros aztecas o sufrirá de amnesia boxística?
A los 27 años y después de 43 peleas profesionales, el tijuanense recibe la oportunidad de su vida y eso pronto se reflejará en su cuenta bancaria. Pero ¿podrá lidiar con la presión?
Uno asumiría que sí, no obstante, varios boxeadores parecieron olvidaron sus artes contra Canelo, limitándose a sobrevivir hasta la campana final. A veces da la sensación de que simplemente suben al encerado a cobrar el cheque por enfrentar al púgil que, por distancia, más dinero mueve en la industria. .
Alfredo ‘El Perro’ Angulo, James Kirkland, Liam Smith, Rocky Fielding, Daniel Jacobs, Sergey Kovalev, Callum Smith, Avni Yildirim y, por último, Jermell Charlo, lucían intimidantes ante otros oponentes y cuando llegaron al feudo de Canelo lucieron, como diría Piolín, como “lindos gatitos”.
Todos tuvieron en común que con Canelo enfrentaron a un rival más talentoso, obtuvieron la mayor bolsa de su carrera y quizás fueron víctimas de cláusulas, que en la mayoría de los casos no salieron a la luz pública y les colocaron en desventaja competitiva.
El argumento de la cláusula parece descartado para este combate. Hasta ahora no ha trascendido nada al respecto. Situación que deja en manos del retador la posibilidad de hacer honor al linaje azteca y brindar una pelea épica, de esas que no se olvidan y pueden emular con aquellas míticas de Marco Antonio Barrera y Érik ‘El Terrible’ Morales.
Y un detalle no menos importante, si Munguía no arruga, un segundo día de pago multimillonario ante el mismo rival estaría en el horizonte.
Las bases están sentadas para que así sea. Dos peleadores frontales, que les gusta el toma y daca y no suelen desplazarse mucho sobre el ring, además que ambos tienen dinamita en la pegada. La fórmula perfecta para un gran combate…y la posterior secuela.
Esperemos que a Munguía no le tiemblen las piernas por el escenario y no tengamos que reseñar nuevamente que Canelo hizo un sparring televisado ante un rival que sufrió amnesia boxística.
Como guerrero mexicano, y asumiendo que ‘El Perro’ Angulo sería la excepción que confirma la regla, yo le doy el beneficio de la duda.