El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió este lunes a sus hijos tras los señalamientos sobre irregularidades en la venta de material para el Tren Maya durante el segundo debate presidencial, pues aseguró que “no son corruptos “, que no abogaría ante el fiscal general si se inicia una investigación contra ellos y llamó a que se presenten las pruebas.
“Sí puedo hablar de mis hijos, porque los conozco y no son corruptos, pero si hay pruebas, adelante, no le voy a hablar al fiscal para decir: ‘oiga, ahí le encargo, ahí se los encargo’. No, ¿pero ¿cuáles son las pruebas? Las de este famoso calumniador, especialistas en montajes, llamadas telefónicas, de amigos de mis hijos o examigos, de Loret de Mola, periodista con mucha autoridad moral, finísima persona”.
“Podemos enfrentar a la mafia del poder en México y lo estamos haciendo, y también lograr que nos respeten los que pensaban que México era una colonia de gobiernos extranjeros y que podían hacer y deshacer y violar nuestra soberanía, para poderlos enfrentar hay que tener autoridad moral, porque imagina, yo recibo maletas de dinero, pues no podría, no estaría aquí sencillamente”, afirmó López Obrador.
La candidata opositora Xóchitl Gálvez retó ayer a la morenista Claudia Sheinbaum a aclarar si investigará a los hijos del presidente López Obrador por vender balasto defectuoso a la empresa militar que construye el Tren Maya en los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán, quien en una de sus participaciones negó que lo haría.
Durante el segundo debate entre aspirantes a la presidencia se les preguntó qué harían con las grandes obras de infraestructura que construyó este gobierno, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.