Los narcotraficantes y los criminales salen ganando con la crisis diplomática desatada entre México y Ecuador tras el asalto de la policía ecuatoriana a la embajada mexicana en Quito, afirmó este jueves un alto cargo del Departamento de Estado.
México ha roto relaciones diplomáticas con el país sudamericano después de la irrupción policial en su embajada en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, sobre el que pesan dos sentencias por asociación ilícita y cohecho y una orden de captura por peculado.
La tormenta diplomática no remite. El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que acababa de conceder asilo a Glas, pidió este jueves la suspensión de Ecuador de la ONU en una demanda presentada en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
“Solo los narcotraficantes y los criminales ganan cuando Ecuador y México se pelean”, declaró este jueves Mark Wells, subsecretario adjunto para América Latina y el Caribe en el Departamento de Estado durante una sesión en el Senado sobre la lucha contra las redes delictivas transnacionales y la corrupción en la región.
Ecuador ha sido escenario de una espiral de violencia que ha llevado al presidente Daniel Noboa a declarar la existencia de un “conflicto armado interno”.
“Muchos de los problemas actuales de Ecuador están relacionados con la presencia de carteles mexicanos y la cocaína colombiana” porque es “un importante punto de tránsito”, recalcó Wells.
“Así que realmente hacemos un llamado a ambos gobiernos para que cooperen e intenten encontrar una salida y superar esta disputa”, reiteró.
El martes la Casa Blanca condenó el asalto ecuatoriano tras una primera reacción del Departamento de Estado que el presidente mexicano consideró demasiado floja.