El obispo de la diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, se pronunció durante la celebración del Domingo de Ramos sobre el secuestro de 66 personas en Culiacán, Sinaloa. “Se necesita una estrategia de seguridad más acertada, inteligente y decidida”, afirmó el prelado desde el altar de la Catedral de Mazatlán y pidió al crimen organizado que respete la vida y la dignidad de los secuestrados. “Hago un llamado a quienes realizan estos actos violentos a la cordura y a respetar la dignidad y la vida de toda persona”, agregó.
De las 66 personas secuestradas la semana pasada, entre las que había varios menores de edad, 58 ya han sido liberadas. Mientras tanto, se desconoce el paradero y el estado de salud de los ocho restantes. El secretario de Seguridad Pública de la entidad, Gerardo Mérida Sánchez, aseguró que las personas liberadas llegaron por su propio pie a casa, por lo que se descarta cualquier operativo de las autoridades para liberar a los rehenes. “Se ha detectado que más personas han llegado a su domicilio, llegan para recoger algunas prendas y propiedades”, señaló Mérida Sánchez ante la prensa local.
En vísperas de la Semana Santa, el obispo de Mazatlán, lamentó no solo la desaparición forzada en el Estado, sino la falta de acción por parte de las autoridades federales y las estatales, una demanda que lleva haciendo la Iglesia mexicana desde hace varias décadas. “Pedimos al Señor por los familiares, por las mismas víctimas y por las autoridades federales y estatales, que tengan una estrategia más inteligente, más decidida, más acertada, porque realmente ahora sorprendieron, no se llevaron uno, dos, sino en el curso de una mañana 66 personas”, denunció.
No es la primera vez que los obispos en México se pronuncian contra la inseguridad y la estrategia para combatir la delincuencia. En una entrevista reciente con este diario, el portavoz del episcopado mexicano, Mario Ángel Flores, aseguraba que el diagnóstico sobre la violencia en México “no está sujeto a opiniones” y que mientras no se ponga coto a la violencia en el país, “no podremos hablar de una vida normal, libre, cuando estamos con la inseguridad por todas partes”. “Estos hechos tan lamentables sangran en el corazón de las ciudades, de los pueblos y de las familias y le pedimos a Dios que todos seamos más respetuosos de la dignidad humana de los demás”, ha señalado el obispo de Mazatlán.
Hace dos semanas la Iglesia convocó el llamado Diálogo Nacional por la Paz de cara a las próximas elecciones. Claudia Sheinbaum, Xochitl Gálvez y Jorge Álvarez Maynez firmaron un compromiso común contra la inseguridad. “No hay paz sin verdad ni justicia”, podía leerse en el documento. Dentro de las exigencias, las organizaciones civiles y religiosas que hicieron la convocatoria, piden reformar el sistema de justicia, poner en el centro a las víctimas, acabar con los cotos de poder de los grupos criminales y dar marcha atrás a la militarización, entre otros asuntos.