Los días de usar abrigos están quedando atrás, como anuncio de que está por comenzar la temporada de calor. Pero no sólo eso anticipa el cambio de estación, ya que la gripe de verano o gripe solar es la enfermedad que está predominando entre la población y afecta notablemente a los citados debido a que en Ciudad de México hay constantes cambios en el clima.
Qué es la gripe de verano o gripe solar, también llamada gripe estacional
En entrevista para El Heraldo de México, la doctora Alitzel Morales Cruz indica que la gripe de verano, también llamada gripe estacional o gripe solar, es una gripe regular, pero recibe estos nombres para asociarla con la temporada de calor que abarca dos estaciones: primavera y verano que van desde marzo hasta septiembre.
Por qué y cómo se manifiesta la gripe de verano
La médico general explica que la gripe estacional “sólo va a ser manifestada en estos meses porque hay muchos cambios en cuanto al clima, a la temperatura”. Por ejemplo: el organismo reciente cuando una persona está expuesta al aire acondicionado y luego sale a la calle donde la temperatura es diferente.
Aunque la insolación puede influir para presentar la gripe solar, la doctora Alitzel Morales indica que no debe relacionarse 100% con esta enfermedad. “Hay personas que pueden estar expuestas mucho tiempo al sol, pues sí hace como que los síntomas se agraven un poquito”, pero “no quiere decir que por el sol, ya estar mucho tiempo (expuesto) me va a dar la gripe”.
“(La gripe de verano) es común, un 50% de la población, aproximadamente, la llega a padecer. Ahora lo estoy viendo en consulta, todos vienen porque están con manifestación en la garganta o escurrimiento nasal, y es un resfriado, pero sí está asociado al cambio de estación”, indica la doctora.
Además, la doctora Alitzel Morales subraya que la gripe de verano también es una enfermedad multifactorial porque puede darse por virus, como la Influenza o el Covid-19. Por lo mismo, hay síntomas puntuales que la diferencian de la rinitis por alergia; estos son los siguientes: congestión nasal y tos, de modo que no hay fiebre.
La gripe estacional también tiene un plazo de vida porque los síntomas o malestares pueden durar hasta cinco días, pero después de este tiempo las personas se encuentran bien.
Diferencias entre la gripe de verano y la rinitis por alergia
En cuanto a la rinitis por alergia, la doctora Alitzel Morales subraya que se trata de un padecimiento que se presenta cuando se está en el entorno que genera la alergia. “La rinitis alérgica se va a caracterizar porque la persona, al estar expuesta a un ambiente donde hay mucho polvo, donde hay mucho sol, donde hay uso de aire acondicionado, empieza, sobre todo, con estornudos en salva”.
Otros síntomas de la rinitis por alergia, además de los estornudos, son comezón y congestión nasal. Y la manera más concreta de saber que se padece de rinitis por alergia es que se trata de una presencia por lapsos porque sólo da tregua cuando no hay exposición con el entorno que detona la alergia.
Tratamientos médicos para la gripe de verano y la rinitis por alergia
Al ser enfermedades con síntomas diferentes, el tratamiento médico varía. La doctora Alitzel Morales sugiere atender la gripe de verano con una consulta de revisión regular y tomar Paracetamol y antihistamínicos. También es conveniente seguir las siguientes recomendaciones:
• Tomar vitamina C
• Consumir frutas ricas en vitamina C, como fresa, guayaba, naranja y piña
• Beber abundantes líquidos
• Beber los líquidos a temperatura ambiente
• No exponerse a cambios bruscos de temperatura
• Evitar el uso de ventiladores y aires acondicionados
Para tratar la rinitis por alergia, la médico general indica que lo primero es tratarse con antihistamínicos y sprays. Sin embargo, puntualiza que es importante acudir con un especialista, que en este caso es un alergólogo, para tener precisión en qué genera la alergia y cuál es el tratamiento específico a seguir.
La doctora Alitzel Morales puntualiza que tanto la gripe de verano como la rinitis por alergia son enfermedades que no deben generar mayor preocupación porque no se agravan, a menos que el paciente tenga problemas respiratorios o pulmonares.