La madrugada del 25 de octubre del 2023 el huracán Otis se convirtió en la mayor amenaza para Acapulco y el Abierto Mexicano de Tenis. Los vientos de más de 270 kilómetros por hora y la lluvia arrasaron con todo lo que encontraron a su paso, pero 120 días después de la destrucción que dejó el ciclón, el torneo que es la ‘joya de la corona’ inicia el relanzamiento del puerto.
En el calendario hay dos fechas marcadas para el sector turístico de Acapulco: la Semana Santa y el Abierto Mexicano de Tenis, debido a que son los eventos más importantes en derrama económica para la ciudad; sin embargo, los daños que dejó Otis pusieron en riesgo la edición 2024 del torneo de tenis, que significa para el puerto lo que la NFL fue para New Orleans después del huracán Katrina.
El torneo se ha realizado las últimas 24 ediciones en Acapulco, cuando no se disputó fue un año antes de la mudanza al puerto, en 1999. La pandemia de Covid-19 amenazó seriamente el evento, pero después de los análisis de los organizadores y un aforo limitado al 30% se llevó a cabo la competencia.
Los directivos de Mextenis, empresa que organiza el torneo, pudieron visitar Acapulco siete días después del paso de Otis, debido a que los vuelos estaban cancelados y la ruta terrestre presentaba daños y deslaves.
Álvaro Falla recuerda que después de la primera visita al Complejo de Tenis y la Arena GNP Seguros el panorama era desalentador.
“De alguna manera dijimos, puede que se tarde más de lo que esperamos y nos tome más tiempo de lo que estamos pensando y a lo mejor no se hace el torneo en Acapulco; en ese momento parecía probable que no se iba a ser en Acapulco”.
“El torneo corría peligro de realizarse en la sede, claramente por la falta de infraestructura para recibir al staff y las personas que asisten al torneo”, señala el directivo de Mextenis.
¿Cómo es pasar un huracán categoría 5 dentro de un auto?
Acapulco quedó aislado durante más de ocho horas. Las cifras de las autoridades federales indicaron que más 10 mil postes de electricidad fueron arrancados por los vientos y durante un periodo de 14 días la luz comenzó a llegar de a poco a la ciudad.
Seyed Rezvani pasó más de dos horas en su auto, que al filo de la medianoche del 25 de octubre le sirvió como refugio tras el paso del ojo de huracán por la costa guerrerense.
“Ver árboles caer, postes de luz, las chispas de electricidad, hay apagón y hay árboles caídos en el camino del coche, la cantidad de agua que cayó, ver motos, literalmente, flotando dentro de la calle, fue algo verdaderamente impactante (…) Ver coches, colchones dentro, fue un shock, no creo que mucha gente haya vivido algo así”, señala el director general de Grupo Mundo Imperial, sede del Abierto Mexicano de Tenis.
El directivo se encontraba en el estacionamiento del hotel Princess durante el paso del huracán. Después de la tormenta, el personal de la empresa comenzó con la atención a huéspedes y -posteriormente- los innumerables intentos para realizar una conexión fuera de la ciudad. Al final de la lista de check up dejaron el recuento de daños.
Fue hasta la mañana siguiente que una cuadrilla de personas intentó llegar a la Arena GNP Seguros, pero el camino estaba anegado, el nivel del agua llegó por encima del metro y medio del suelo y fue imposible observar la magnitud de las afectaciones al complejo donde se desarrolla el Abierto de Tenis.
Tres días después del paso de Otis, Seyed Rezvani y su equipo hicieron un intento más por llegar al estadio, esta vez con los ajustadores de seguros que evaluarían el daño a las instalaciones, pero incluso 72 horas después de la catástrofe el agua, lodo y los escombros se asomaban en el panorama del complejo. Las imágenes le dieron la vuelta al mundo.
La Arena tuvo un costo de 50 millones de dólares y tras el paso del huracán presentó afectaciones a los recubrimientos. Después de los análisis no se registraron daños en la estructura. “Las lonas y lo que era tablaroca, velarios, lámparas de iluminación voladas. Las bodegas que tenías, completamente voladas. Prácticamente tenías el 10% de las butacas habían volado por completo”, señala el directivo.
Los daños al complejo de tenis ascienden hasta los 290 millones de pesos, comparte Mundo Imperial, pero tras los informes de los ajustadores, al mismo tiempo,comenzaron a correr los planes de contingencia del hotel sede y Mextenis para realizar el torneo de tenis. Álvaro Falla indica que lograron llegar a Acapulco una semana después del paso del huracán. Luego de recorrer por carretera el trayecto hacia el puerto, comprobaron la devastación de la región. Al llegar a la Arena GNP Seguros enfrentaron al reto más complejo para llevar a cabo el torneo.
“Hacer el torneo no es el venue y punto, a dónde vamos a recibir a todo nuestro público, jugadores, el equipo, el staff, eso fue lo que empezó a pesar más en nuestra balanza”, menciona el directivo.
Mextenis y Mundo Imperial comenzaron los trabajos de reconstrucción en el complejo de tenis. Emplearon en la limpieza, remoción de escombros y reparación de instalaciones al personal que trabaja para ambas empresas y los colaboradores que participan durante el periodo que se desarrolla el torneo de tenis, como una forma de mantener los empleos y fuente de ingresos para los residentes del puerto. Se estima que se generaron más de 500 empleos directos y 1,500 indirectos en las obras de remodelación. Fue hasta la última semana de diciembre que la posibilidad de realizar el Abierto en Acapulco se acercó a la realidad.
AMT es para Acapulco lo que NFL a New Orleans
Los organizadores del Abierto Mexicano de Tenis sabían de la importancia del evento para la recuperación de Acapulco, por una parte, porque es la segunda semana que mayor derrama económica deja a la ciudad en el año, después de Semana Santa, y también porque más de 11 mil familias hacen posible el torneo en la ciudad que los acogió hace 24 años y donde se consolidó como referente en Latinoamérica.
“Insistimos en encontrar el camino y después de muchas reuniones, muchísimos análisis que corrimos, ajustes, recortes que tuvimos que tener, propusimos a la ATP, analizó el caso, les entregamos toda la información que nos solicitaron y en diciembre nos dieron la luz verde que necesitábamos para poder anunciar que el torneo se va a realizar en Acapulco, por Acapulco y por su reconstrucción”, señala Álvaro Falla.
“Nosotros sabíamos que para detonar la economía del destino y la importancia que tiene el AMT por la transmisión que ustedes hacen a nivel mundial, era un statement, un compromiso enorme llevarlo a cabo”, agrega Seyed Rezvani.
En los planes de contingencia, Mundo Imperial se basó en la experiencia que tuvo New Orleans con Katrina. El huracán que golpeó la costa de Louisiana afectó a la ciudad por 10 años, para regresar a los niveles de ingreso y visitantes antes del ciclón.
El Abierto Mexicano de Tenis es para Acapulco lo que la NFL fue para New Orleans.
“Hicimos un ejercicio de Katrina, de cómo empezó su recuperación, nos abocamos de usar sus mejores prácticas y vimos que el primer gran evento que hicieron fue un Monday Night Football, en el estadio de Nueva Orleans que fue refugio, centro de acopio, fue su aniversario”, señala el director general de Mundo Imperial.
New Orleans tardó un año para realizar su primer gran evento, Acapulco celebra el Abierto Mexicano de Tenis 120 días después del paso de Otis.
“Lo más importante es la confianza que puede crear a cualquier consumidor, que si la ATP aprobó estar ahí, es un destino que puede y está regresando a estar de pie y hacer eventos de nivel mundial, hacerlo en Acapulco después de 120 días de una catástrofe que no se había visto en Norteamérica”, menciona Seyed Rezvani.
La ‘Joya de la Corona’ de Acapulco y Mextenis
El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó el 9 de noviembre el anuncio que el Abierto Mexicano de Tenis se realizaría en Acapulco. En la bitácora de los organizadores del torneo todavía se encontraban en la etapa de recuento de daños, evaluación de planes de reconstrucción, ajustes financieros y proyecciones.
Mextenis realizó varias reuniones con diferentes niveles de gobierno, pero el torneo dependía del visto bueno de la Asociación de Tenis Profesionales (ATP) y de los recursos que la empresa destinó -junto con sus patrocinadores- para recibir a los tenistas y aficionados.
“Había buena intención, de que se recuperara Acapulco. Se dispusieron una cantidad de recursos que se han utilizado para ese fin. Ha habido una respuesta interesante del Gobierno Federal, del Estatal, apoyar a que el torneo se realizara”. indica Álvaro Falla. El directivo agrega que trabajaron de la mano de las autoridades para celebrar el Abierto de Tenis y mantener las fuentes de trabajo en la ciudad; eso sí, “sin meternos en temas políticos, sin abusar o pedir más de lo que nunca nos han dado, estamos hablando que nuestra situación no ha sido subsidiada o resuelta gracias a que nos dieron… Este torneo lo estamos realizando con nuestros recursos, con el apoyo de nuestros patrocinadores desde el día uno”.
En enero los presupuestos de Mextenis indicaban que el Abierto se realizaría con un 70% del aforo del complejo. Para entonces, la disponibilidad de habitaciones era el reto por resolver.
Álvaro Falla describe la edición 2024 del AMT con un tono de solidaridad. Las fiestas, la zona comercial, gastronómica y algunas otras amenidades estarán con funcionamiento ajustado, en relación con los aficionados que asistan.
También, fortalecieron su área de Hospitality Concierge, para servir como enlace a los aficionados que buscan hospedaje en Acapulco. El torneo demanda más de 2,000 habitaciones.
“Hay una responsabilidad muy grande en esta decisión, hay familias que dependen de esta compañía, es la ‘joya de la corona’ que tenemos que cuidar mucho; en esta ocasión creemos que a partir de un punto de equilibro, lograr cualquier resultado positivo, no esperamos salir con utilidades, pero tampoco estamos en una posición de dar unas pérdidas que nos afecten el futuro de la compañía y el torneo”, menciona el directivo de Mextenis.
El AMT renació, tras el paso del huracán Otis, y 120 días después recibirá a Alexander Zverev, Holger Rune, Taylor Fritz, Stefanos Tsitsipas en Acapulco, como impulso para la recuperación del puerto.