En el Día del Amor y la Amistad este 14 de febrero, la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), adscrita a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob) difundió herramientas para prevenir la violencia en pareja cuando se tiene un amor adolescente y alertó de las “red flags” para estar en alerta.
Indicó que, durante la fase del desarrollo de la adolescencia, que transcurre entre los 12 y 17 años de edad, es común que comiencen las relaciones de pareja, y vivir esta etapa de la vida a plenitud, de forma sana, sin violencias y con el goce de los derechos humanos es fundamental para tener una vida adulta también de bienestar.
Herramientas para prevenir la violencia en pareja
-Partir de que las bases de las relaciones son el respeto, la comunicación, la negociación y el disfrute del tiempo en pareja.
-Comunicar a la pareja, de manera clara y respetuosa, las preocupaciones, molestias y también las cosas positivas.
-Aprender técnicas de relajación.
-Darse espacios y tiempos para hacer actividades individuales.
-Mantenerse firme en las decisiones.
-Trabajar con las emociones.
-Cuando algo molesta, pensar antes de actuar.
Ante estas recomendaciones, la Secretaría Ejecutiva del Sipinna nacional exhortó a padres y madres de familia, así como a personas cuidadoras y autoridades de los tres órdenes de gobierno e instituciones, a propagar estas herramientas entre las y los adolescentes.
Indicó que es importante orientar e informar a las y los adolescentes que las violencias no solo son físicas, “sino que también se manifiestan a través de acciones, conductas y comportamientos controladores que, incluso, al normalizarse no se identifican como agresiones o que, al tolerarse se les resta importancia, aunque generen incomodidad”.
Red flags
Mencionó diversas situaciones que alertan sobre una persona en situación de violencia en el noviazgo como celos, cambios severos de humor, necesidad de control en la relación, descalificación, humillación, indiferencia, manipulación, presión y amenazas.
Asimismo, la revisión de pertenencias personales como el diario, teléfono móvil, correo electrónico y mensajes mediante dispositivos digitales.
“Es primordial orientar a las personas adolescentes que las violencias pueden derivar también en aislamiento obligado o inconsciente y omitir o negarse a conversar acerca de los conflictos en la pareja”, apuntó Spinna.
Puntualizó que lo que corresponde a las violencias en pareja, se encuentran la física, la emocional y la sexual.
Las consecuencias más comunes de las violencias entre adolescentes son la baja autoestima, síntomas depresivos, trastornos psiquiátricos, consumo de drogas, conductas sexuales de riesgo y bajo rendimiento académico.
Otra forma de violencia entre adolescentes es la del acoso escolar, que puede incluir daños corporales, abusos y agresiones sexuales, así como ciberacoso, comentarios con connotación sexual, riñas físicas y violencia psicológica, como burlas, insultos y exclusión o denegación de recursos.