Hace unos días se hizo viral el caso de Felipe, un ciudadano en Durango, quien junto a su esposa repartían los pedidos de comida a caballo. En redes sociales recibieron comentarios positivos por su peculiar forma de servicio y llamó la atención de la empresa Didi quienes le prometieron una motocicleta para que siga cumpliendo con su trabajo.
Por medio de su cuenta de Instagram la empresa de delivery, compartió que ya le entregó este medio de transporte al repartidor, quien hace unos meses habría sufrido un accidente en el cual su motocicleta tuvo pérdida total, por lo que tuvo que recurrir a “Diamante” quien en los últimos días fue su equipo de trabajo para la entrega de pedidos. Felipe mostró alegría en el video al recibir dicho obsequio.
El repartidor que entregaba sus pedidos a caballo recibe dos motos
Para el DiDi Caballero, pseudónimo que se le quedó al repartidor de comida a caballo, quien vivió situación la cual nunca se esperó, en primera instancia la empresa de repartición de comida le entregó una moto, pero dada fue a la generosidad de las personas que Felipe recibió días otra moto de parte de la comunidad quienes armaron una recolecta para poderle ayudar al joven duranguense.
Antes las dos motos que ya tiene Felipe, señala que no va a dejar a su fiel compañero “Diamante” debido a que por él se hizo viral, hay que destacar que él propio repartidor dice que al hacer la entrega montado en un caballo si le genera un ahorro, ya que la comida que le da al equino le sale más barata que ponerle gasolina a una moto.
El repartidor le entró al emprendimiento con su pareja
Felipe señaló que junto con su esposa han emprendido un negocio de gorditas en el mercado situación que ya lo ayuda con los gatos de la casa, cabe recordar que Felipe le ha costado trabajo debido a su condición, ya que de pronto presenta cuadros de epilepsia, razón por la que le es difícil que le brinden un empleo. El joven aparte de entregar pedidos a caballo también está trabajando como velador, pero resalta que era poco el sueldo que percibía.
