La celebración de Año Nuevo es una de las esperadas pues es el último día de fiesta del Año Viejo. En esta fecha las personas suelen reunirse con sus familias o amigos y festejar en grande.
La tradición de esta fiesta suele variar dependiendo de la región en la que vivas. Lo más habitual es hacer un brindis en punto de la medianoche, así como comer 12 uvas al compás de las 12 campanadas con las que se recibe el nuevo año.
Es importante señalar que las uvas representan los 12 meses del año, por lo que durante la ingesta de cada una de las frutas se pide un deseo.
Del mismo modo hay otras tradiciones para celebrar el último día del año como son: comer lentejas (pues simbolizan las modenas y la abundancia); utilizar ropa interior roja (para que no falte el amor); así como comer tallarines (que presagia una vida extensa).
Sin embargo, en México se celebra de manera diferente dependiendo de la región. Por ejemplo, en regiones como Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Yucatán, suelen quemar un muñeco de trapo que representa el Año Viejo.
Estruendo de platos rotos por el Año Nuevo
En el estado de Oaxaca se acostumbra a romper una vajilla de barro durante la noche del Año Viejo. Este acto representa la idea de renovación.
De igual manera, esta tradición se complementa con la ingesta de buñuelos, que se sirven en los platos que posteriormente se lanzan contra la pared o contra el suelo.
Los buñuelos son un bocadillo elaborado con harina de trigo, leche, y huevo, regularmente son de un diámetro de aproximadamente 30 centímetros. También se les suele poner un poco de azúcar rosa o jarabe.
La tradición consta de comer el buñuelo para que al terminar el plato de barro se lance contra la pared o el suelo. No obstante, antes de que el plato se estrelle hay que pedir un deseo para que cuando el plato esté roto, el deseo se cumpla.
En total se rompen 12 platos de barro rojo, los cuales representan los 12 meses del año que entra en curso.