El alcohol repleto de calorías que no tienen ningún valor nutritivo y puede bajar el nivel de azúcar en la sangre, lo que lleva a sentir hambre y al riesgo de comer en exceso.
La mejor forma de reducir los daños que provoca el alcohol es moderando su consumo, aunque también se recomienda comer antes de consumirlo y evitar tomarlo para reducir la sed. Foto: UNSPLASH
Ya es diciembre y con este mes llegan las posadas, las fiestas de Navidad y Año Nuevo, en donde los protagonistas son los banquetes y las bebidas, pues un brindis por el año venidero no está de más, sin embargo, este tipo de excesos si pasan factura a la salud, y una muy alta.
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Actualmente el alcohol se ha convertido en la droga más consumida, se trata de una sustancia que deprime el sistema nervioso central y que inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta a la capacidad de autocontrol produciendo inicialmente euforia y desinhibición.
Cómo el alcohol daña el organismo
Sin embargo, los efectos en el organismo van más allá de una borrachera, y es que el alcohol, deshidrata la piel y le quita nutrientes, haciendo que se vea opaca y cansada. Además, dilata los vasos capilares del rostro y estos forman pequeñas redes de venas, por eso, los ojos se ponen rojos con más facilidad y aparecen esas sombras oscuras alrededor de ellos.
Al deshidratar el organismo, el cabello se torna seco y quebradizo. Tomar demasiado además puede reducir los niveles de hierro y causar pérdida del cabello y también propicia el rompimiento de uñas.
Tomar alcohol antes de dormir provoca trastornos de sueño como el insomnio y afecta su ciclo normal y es una razón por la cual cuesta más trabajo despertarse al otro día.
El exceso en el consumo de alcohol causa más de 200 enfermedades distintas, entre las que evidentemente destaca el alcoholismo; se puede hablar también de problemas renales, cirrosis e hígado graso.
Por si eso fuera poco, el no sólo está repleto de calorías que no tienen ningún valor nutritivo, sino que no contiene nutrientes esenciales y puede bajar el nivel de azúcar en la sangre, lo que lleva a sentir hambre y al riesgo de comer en exceso.
Como sustancia, el alcohol es un carcinógeno confirmado, estando clasificado en el grupo 1 por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud. El alcohol está detrás de buena parte de los casos de cáncer de hígado, de mama o del aparato digestivo.
Respecto a la enfermedad cardiovascular, existe cierta polémica sobre si el consumo de dosis moderadas de alcohol podría o no ser beneficioso para el corazón, de aquí el típico dicho de que el cardiólogo recomienda la copa de vino con las comidas, mientras que el oncólogo la desaconseja.
Modera su consumo en estas fiestas decembrinas
La mejor forma de reducir los daños que provoca el alcohol es moderando su consumo, aunque también se recomienda comer antes de consumirlo y evitar tomarlo para reducir la sed, en este caso es mejor hidratarse con agua e incluso alternar ambas bebidas para evitar deshidratarse.
También se recomienda el uso de mezcladores con pocas calorías o dietéticos. Por ejemplo, puede mezclar vino con soda y dar pequeños sorbos.