La propuesta para reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ha generado opiniones encontradas que reflejan las complejidades asociadas con este cambio. Figuras prominentes, como el magnate Carlos Slim, han respaldado la iniciativa, argumentando que la tecnología moderna permite aumentar la productividad y reducir las horas laborales. Sin embargo, otras personalidades, como Ricardo Salinas Pliego, han expresado escepticismo, sugiriendo incluso que el gobierno ya mejor “debería mantener a los ciudadanos” en lugar de implementar esta reforma.
Desde 1962, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó la reducción de las jornadas laborales, señalando que México, a pesar de su productividad, mantiene desequilibrios notables entre la vida personal y profesional. La propuesta de pasar de una jornada laboral de 48 a 40 horas hoy se encuentra en el centro del debate nacional.
Recientemente, las opiniones también se han dividido entre los sindicatos y algunos de ellos, como la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), que inicialmente se posicionaron a favor de la propuesta, ahora han reculado. Otros, como la la Confederación de Trabajadores de México (CTM), respaldan la iniciativa, pero reconocen la necesidad de una aplicación gradual que debe de ir acompañada de un programa de capacitación.
A pesar de estas opiniones encontradas, una encuesta realizada a las empresas que figuran en el último ranking de las 500 empresas más importantes de México, elaborado por la revista Expansión, revela una perspectiva más matizada. El 88.9% de las empresas encuestadas apoya la reducción de la jornada laboral, mientras que un 11.1% se opone a la propuesta.
La consulta se hizo antes de la conclusión de los foros de parlamento abierto sobre la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, con la expectativa de que la propuesta se discuta y vote en los próximos días.
Las razones dadas por las empresas consultadas por Expansión para respaldar la reducción de la jornada incluyen la posibilidad de tener un balance entre el trabajo y la vida personal. Por otro lado, los opositores argumentan que la medida podría aumentar los costos fijos y generar gastos adicionales, como el pago de horas extras con el objetivo de mantener el ritmo laboral de ocho horas.
Una jornada laboral de 40 horas
Ante la pregunta de si ¿su empresa está lista, en costos y número de personal, para cumplir con esta reforma?, más de la mitad de las empresas consultadas dijo estar preparada para enfrentar el cambio.
Aunque este resultado indica una tendencia mayoritaria hacia la aceptación de la medida, las empresas consultadas también reconocen los desafíos que conllevaría la reforma.
Reducción de la jornada divide a los sindicatos
La posible reducción de la jornada laboral también ha dividido opiniones entre los principales sindicatos del país. En el quinto y último foto del parlamento abierto, José Reynol Neyra, secretario de Acción Política de la CATEM, una central obrera dirigida por el senador suplente Pedro Haces Barba y afiliada a Morena, inicialmente a favor de la reducción, expresó sus reservas ante la mencionada propuesta.
Neyra argumentó en contra de la aprobación, destacando que, aunque la conexión entre la satisfacción de los empleados y la productividad es evidente, los cambios sugeridos podrían propiciar despidos y un aumento en la informalidad laboral. Subrayó que la prioridad de la CATEM es negociar aumentos salariales para abordar la falta de poder adquisitivo, factor que contribuye al estrés y desgaste psicosocial entre los trabajadores.
El líder sindical también resaltó que la reducción de la jornada laboral podría generar un aumento en los costos operativos de las empresas, con repercusiones directas en los sectores de manufactura, comercio, agricultura, turismo y gastronomía, lo cual podría traducirse en un incremento en el costo de bienes y servicios.
Por otro lado, Juan Carlos Velasco, militante de la CTM, destacó la relevancia de la reducción de la jornada como un acto de justicia social para los empleados del país. Desde su perspectiva, la medida no solo beneficiaría la salud y el bienestar de los trabajadores, sino que también mejoraría la productividad y la eficiencia laboral.
“La reducción de la jornada es necesaria como aspiración social, laboral y humana; aplicada correctamente le permitirá al sector patronal contar con trabajadores más productivos y comprometidos, sin riesgos laborales, mejoras en la salud, reducción de estrés y fomento a la eficiencia”, dijo durante su intervención en el quinto parlamento abierto sobre esta reforma y que se organizó para escuchar las voces tanto de empresarios como representantes de la clase trabajadora.
Velasco sostiene que México no puede seguir siendo reconocido simplemente por su mano de obra barata, abogando por salarios y prestaciones dignas para los trabajadores mexicanos. Sin embargo, reconoce que la aprobación de la iniciativa debe ir acompañada de programas de capacitación y apoyo a pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Empresarios piden una implementación paulatina
Denisse Álvarez, una empresaria que vende productos de avena a Costco, H.E.B, City Market, Fresko, Walmart, Mega, Chedraui, Soriana, Superama y Delicatessen, aboga por una implementación gradual de la propuesta. A pesar de estar a favor de mejorar la calidad de vida de sus 180 trabajadores, la empresaria aboga por una implementación gradual de la propuesta.
“Implementar la reforma como se plantea, de tajo, puede poner en peligro el mismo proyecto que con tanto cariño y esfuerzo por ir mejorando las prestaciones hemos hecho para nuestra gente”, dijo durante su participación en el quinto parlamento abierto sobre esta reforma.
El 47.2% de las compañías consultadas por Expansión considera adecuado un periodo de 6 a 12 meses, mientras que 11.1% sugiere que el proceso debería extenderse por más de dos años, subrayando la necesidad de un enfoque gradual. Solo 25% aboga por un plazo inferior a seis meses.
Según los empresarios consultados, el reto más significativo, en caso de aprobarse la iniciativa, sería la reorganización de los equipos y las tareas (58.3%), seguido de los costos adicionales asociados con la implementación (30.6%). Además, reconocen la necesidad de capacitar a los colaboradores en torno a un manejo efectivo del tiempo, gestión del cambio y establecimiento de prioridades, con el objetivo de que puedan realizar sus tareas diarias en siete horas en lugar de ocho.
Principales retos para la implementación de la jornada laboral de 40 horas
Reorganización de horarios y turnos, costos adicionales y pago de horas extra fueron los principales retos mencionados por las empresas consultadas ante la posible reducción de la jornada de trabajo.
Aquellas empresas que respondieron en el rubro de Otros, reconocieron como retos la educación a los colaboradores en torno a un manejo efectivo del tiempo, gestión del cambio y establecimiento de prioridades, así como una posible escasez de personal para hacer frente a las horas extra. Fuente: Elaboración propia con información de encuesta a las 500 empresas más importantes de México.
El pasado lunes 13 de noviembre concluyeron los foros de parlamento abierto destinados a debatir la propuesta de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en México. Aunque se aguarda la discusión y votación en los próximos días, la decisión resultante podría ejercer un impacto considerable tanto en el equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores como en la dinámica empresarial del país.
Hoy, 58.3% de las compañías consultadas cree estar preparada en términos de costos y personal para cumplir con la reducción de jornada, mientras que un 41.7% aún se siente no preparado.