En su cuerpo están las marcas de la lucha por sobrevivir, su pelea contra el mar y los fuertes vientos que provocó Otis la madrugada del miércoles 25 de octubre en Acapulco. El capitán Lorenzo, mejor conocido como El Rudo, estuvo al borde de la muerte arriba de La Molacha, su embarcación.
La Molacha, que era parte de su patrimonio, se hundió y a él lo sacó la quinta ola que pudo contabilizar.
Gracias a Dios que me escupió la ola y me encuentro con vida, si no, estuviera sepultado igual que todos mis compañeros capitanes y marineros que se encuentran sepultados en toda esa área, bajo todos los escombros de todos los yates hundidos y quebrados”, comentó Lorenzo Esteban.
Sí, varios compañeros están desaparecidos, que hasta la fecha no los encuentran o están sepultados ahí mismo en las instalaciones donde está toda la basura que ocasionó Otis”, dijo el sobreviviente.
Al igual que varios capitanes y marineros, Lorenzo subió a su embarcación la tarde del martes para asegurar los barcos y lanchas. En pocas horas el huracán pasó a categoría 5 y cuando les avisaron ya era demasiado tarde para salir a tierra.
Cuando nos avisaron que podíamos bajarnos de los barcos o meternos a la arena ya era demasiado tarde, ya teníamos que ver por la embarcación y cuidarla, no quedaba de otra”, dijo.
Después de las 11:30 de la noche no vio nada. El agua de la lluvia era tan potente empujada por el viento que le reventó tres venas de ambos ojos.
Es un volver a la vida, pero todos estos rayones y fracturas fue la lección que me dejó este fenómeno Otis”, agregó.
Aunque perdió las tres embarcaciones que logró tener en décadas de trabajo, tiene la esperanza de recuperar algo del fondo del mar.
Vamos a darle para adelante, y ya que me recupere de este pie, voy a rescatar todo lo mío que está hundido dentro de la bahía”, afirmó Lorenzo, quien tiene 48 años trabajando en el mar.