Como desde hace ocho años, madres de víctimas de feminicidio y activistas llevaron a cabo la Marcha de las Catrinas para exigir justicia por las mujeres, niñas y adolescentes asesinadas en el país.
“Seguimos sobreviviendo una pandemia feminicida”, con 10.5 mujeres asesinadas al día, aseveró el colectivo Las del Aquelarre Feminista, al tiempo que exigió que se cree un fondo para las y los huérfanos por este delito, “que permita darle continuidad a sus estudios, salud, alimentos y atención psicológica”.
La movilización, acompañada de una batucada, salió cerca de las seis de la tarde de la escultura de la joven Amajac, en Paseo de la Reforma, al Antimonumenta en avenida Juárez.
El Estado “debe erradicar y sancionar” los feminicidios, demandaron las manifestantes, quienes acudieron maquilladas de catrinas y en su mayoría vestidas de negro.
Una de las participantes fue Vianca Yesenia Labastida, madre de Vianca Fernanda. “Su feminicidio fue el 21 de febrero de 2018 en Playa del Carmen, Quintana Roo”, dijo.
En entrevista, denunció que en un principio la muerte de su hija, de entonces 31 años de edad, la hicieron pasar como un robo con violencia. “Pero ella fue muerta a golpes, le destrozaron toda la cara y lo que yo quiero saber es quiénes lo hicieron”, manifestó.
Yesenia mencionó que tiene identificada a una presunta responsable, con la que vivía su hija, pero “un juez la dejó libre a los 15 días de la detención”.
Otra de las que acudió a la protesta fue Norma Andrade, madre de Lilia Alejandra García, víctima de feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua, el14 de febrero de 2001, quien confió en que este caso, ya presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sea enviado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por la impunidad en el que persiste.
En la Antimonumenta fue colocada una ofrenda donde las manifestantes pusieron cruces rosas y las fotografías de algunas de las víctimas.