Unos 17,300 elementos del Ejército, de la Marina y la Guardia Nacional (GN) se encuentran desplegados en Acapulco y tienen el mando de los trabajos de reparación y entrega de ayuda, luego de los saqueos y el descontrol generados tras el devastador paso del huracán Otis, de categoría 5, que ha dejado hasta ahora 39 muertos, 10 desaparecidos, decenas de heridos y cuantiosos daños materiales.
Las Fuerzas Armadas intentan poner orden y ofrecer agua y alimentos, a una población, inmersa en la desesperación, tristeza y rabia por la destrucción total o parcial de sus casas y centros de trabajo, hoteles, por la falta de insumos y por la lentitud con la que llega la ayuda.
Resolver estos problemas para una ciudad destruida, con unos 800,000 habitantes, según el censo de 2020, y con daños en aproximadamente 400,000 hogares, no será tarea sencilla.
Las Fuerzas Armadas, en coordinación con autoridades municipales, estatales y federales, establecieron dispositivos de seguridad y vigilancia y supervisan de tiempo completo puntos de control de acceso y salida del municipio de Acapulco, además de cumplir patrullajes para prevenir y desalentar posibles actos delictivos.
“Hay que poner retenes en las calles para evitar los robos”, dijo este sábado el presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje desde Palacio Nacional, donde aseguró que las Fuerzas Armadas coordinarán la distribución de la ayuda “para poner orden y que los que se dedican a la delincuencia no se impongan que no haya caos”.
También trabajan en la remoción de vehículos, escombros, postes, árboles y otros obstáculos para despejar las zonas afectadas.
En un comunicado difundido este sábado, la Sedena informó que a la fecha se han distribuido 8,170 despensas y 16,080 litros de agua en las colonias más afectadas. Además, en coordinación con el gobierno del estado de Guerrero, se tiene prevista la recepción de 20 mil despensas más en las próximas horas.
También quedó establecido un centro de acopio ubicado en Mundo Imperial, donde se concentra toda la ayuda recopilada desde la Ciudad de México, a la par del otro centro de acopio ubicado en la 35/a. Zona Militar en Chilpancingo.
En la caseta de La Venta se encuentra personal de la Guardia Nacional, para informar a quienes llevan donaciones en especie que es necesario tomar la desviación a Punta Diamante para ingresar a Mundo Imperial, donde se ubica el centro de acopio general.
Asimismo, el sábado se incorporaron 1,300 efectivos más del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, 1,000 de la Guardia Nacional y 300 de Marina para reforzar la estrategia de seguridad y evitar los robos.
Precisamente la desesperación por la falta de agua y alimentos, sumado a la falta de autoridades, provocó que comenzaran los saqueos y no solo en productos de primera necesidad sino hasta en aparatos electrónicos lo que convirtió a Acapulco, por unas horas, en tierra de nadie.
El Comité Nacional de Emergencia (CNE), integrado por distintas secretarías, aseguró el sábado que intenta responder a las necesidades de la población y restaurar lo más rápido posible los servicios.
Este sábado el gobierno federal elevó a 39 el número de muertos, además 10 desaparecidos, por el huracán Otis, que se intensificó en unas horas para convertirse en uno de los ciclones más potentes en la historia del Pacífico.
“Lamentablemente la Fiscalía estatal da un total de víctimas al momento de 39 fallecidos, 29 de ellos hombres y 10 mujeres, la probable causa es asfixia por sumersión aunque continúan las investigaciones”, indicó vía telefónica la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, al presidente López Obrador.
Además, precisó que las personas fallecidas todavía no han sido identificadas.
Sobre los desaparecidos o personas no localizadas, la funcionaria dijo este sábado que continúan las indagaciones para dar con su paradero.