Aprobar la Ley General de Aguas es urgente, porque de ello depende la supervivencia de México, advirtieron expertos en el tema ante senadores.
Durante el foro “México tiene sed: catástrofe hídrica”, auspiciado por la senadora Minerva Hernández Ramos (PAN), presidenta del Capítulo México de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción (Gopac), Ana Lilia Rivera (Morena), presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta aseguró que la nueva ley está por aprobarse y convocó a legislar en materia de agua con perspectiva de derechos humanos.
Cabe recordar que el Congreso de la Unión lleva una década en omisión legislativa porque debió haber emitido dicha ley desde febrero pasado, a más tardar un año después de la reforma al artículo 4° de la Constitución promulgada en 2012.
La nueva ley habrá de derogar la Ley de Aguas Nacionales, vigente desde 1992.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó desde el año pasado al Congreso mexicano legislar en la materia.
Hecatombe
El exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante la administración del expresidente Felipe Caderón, José Luis Luege Tamargo, criticó que el Gobierno federal no destine recursos suficientes para atender la escasez de agua.
El exfuncionario llamó a la Cámara de Diputados a revisar el proyecto presupuestal para 2024 a fin de asignar recursos en la materia para evitar la “hecatombe’’.
“Si no se le aplica mayor presupuesto al sistema hídrico del país, estamos perdidos”, advirtió, porque México va directo a una “catástrofe de condiciones inimaginables”.
Hernández Ramos afirmó que “la gestión del agua y la corrupción que la amenaza es una tema que nos llama a la acción coordinada de todos los países tanto a nivel institucional como ciudadano”.
En un video mensaje transmitido de manera virtual, John Hyde, presidente de la Gopac Oceanía, explicó que los países de las Islas del Pacífico comparten un océano con México y también sequía y escasez de agua.
Esta crisis no sólo pone en peligro vidas, sino que también obstaculiza el desarrollo económico y perpetúa un ciclo de pobreza. La corrupción permea los esfuerzos para abordar la escasez de agua y otros servicios esenciales. La corrupción, ya sea como malversación, sobornos o nepotismo, desvía recursos de donde más se necesitan y socava la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos”.
El resultado de todo eso, aseguró, es que mientras los más pobres y vulnerables sufren, los corruptos prosperan.
Recomendó a los parlamentarios mexicanos crear conciencia al respecto porque ese es el primer paso para el cambio.
“Debemos apoyar iniciativas locales. Muchas comunidades en las Islas del Pacífico están adoptando enfoques innovadores para la gestión del agua tales como la recolección de agua de lluvia y técnicas de purificación del agua”.
Gestión “pésima”
En su turno, la senadora del PAN Xóchitl Gálvez afirmó que en el país “agua hay; pero la administramos y gestionamos de pésima manera”.
“Yo creo que hay muchas regiones del país (en las) que la calidad de agua que suministran los sistemas de agua locales no son aptas para el consumo humano”.