Mazatlán, Sinaloa -. Escuchar el apellido López Sáenz nos hace recordar aquellos cuerpos regordetes con cabezas pequeñas que marcaron un antes y un después en la cultura de los mazatlecos, un claro ejemplo son los tradicionales monumentos ubicados sobre el malecón tales como el Monumento a la Familia y el Monumento a los Beisbolistas de los Venados de Mazatlán.
Antonio López Sáenz fue un pintor y escultor nacido en el puerto de Mazatlán en el año de 1936, sus obras le dieron identidad a los mazatlecos. El arte de López Sáenz es reconocible en cualquier rincón del mundo.
Se podría decir sin temor que Antonio López Sáenz se convirtió en una institución en el puerto, siendo reconocido por su aporte a las artes; Venados Mazatlán sacó una casaca con un diseño inspirado en su obra, el Museo de Arte ha expuesto sus obras, el Instituto de Cultura le rindió diversos homenajes el más reciente durante la coronación de Uma I con los famosos beisbolistas, inclusive existe un Premio a las artes visuales que recibe su nombre.
La mente del maestro dejó huella; los abanicos, las mujeres, los hombres elegantes con corbata, todos esos elementos reflejan la creativa, destreza y habilidad para hacer de sus obras algo único, algo 100% mazatleco.
López Sáenz fue un hombre que se comportó con rectitud, le afloraba el talento, empático con los mazatlecos y sus causas, un pintor y escultor de talla internacional, Antonio López Sáenz, es, por mucho, el más importante artista plástico de Sinaloa. Su estética, perfectamente definida, ha sido apreciada en los más relevantes museos y galerías.
La tarde de ayer martes 15 de agosto murió este ser humano, que además de ser reconocido como el autor de sus maravillosas obras en todo momento fue considerado un ícono de Mazatlán. El reporte de su muerte fue neumonía.
Descanse en Paz Antonio López Sáenz y que gracias a sus obras y arte viva siempre en nuestro recuerdo, cultura y tradición.
Antonio López Sáenz, un hombre orgullosamente mazatleco.