El número de fallecidos en los incendios en Maui ha ascendido a 93 personas, según han informado las autoridades locales. El jefe del departamento de Policía de Maui, John Pelletier, ha dicho en rueda de prensa el sábado que la recuperación e identificación de víctimas aún se encuentra en su etapa inicial, por lo que el número de muertos aumentará. “Ninguno de nosotros sabe realmente su tamaño todavía”, dijo Pelletier, quien recordó que la mayor devastación se encuentra en el oeste de la isla hawaiana, donde ciudades como Lahaina han quedado destruidas casi en su totalidad.
Según el último informe publicado el domingo por el Condado de Maui los equipos de extinción de incendios continúan intentando apagar los brotes en los incendios de Lahaina y Upcountry Maui, mientras que el incendio de Pulehu/Kīhei se consiguió extinguir por completo este sábado.
Se trata del mayor desastre natural en la zona desde el tsunami que en 1960 mató a 61 personas en la localidad de Hilo, si bien todavía queda lejos del tsunami de 1946, que dejó 158 fallecidos antes de que el territorio se convirtiera en un estado de Estados Unidos. Las autoridades de Maui informaron de que el incendio todavía no ha sido contenido.
En una entrevista en esta emisora durante la tarde del viernes, el gobernador de Hawái, Josh Green, admitió que todavía puede pasar más de una semana antes de que las autoridades locales puedan peinar los restos calcinados de la histórica ciudad de Lahaina para hacerse una idea del número total de víctimas.
Mientras se hace un balance de los daños, que podrían superar los 6.000 millones de dólares, también comienzan a analizarse los posibles fallos. Cuando estallaron los incendios y Maui perdió la electricidad y las comunicaciones, el sistema de alarmas de Hawái, el más grande del mundo, no se activó, según las autoridades.
Por este motivo, la fiscal general de Hawái, Anne López, anunció este sábado que realizará una “investigación exhaustiva” sobre la respuesta de las autoridades a la catástrofe.
El jueves el presidente estadounidense, Joe Biden, declaró la situación de desastre en Hawái y ordenó el envío de ayuda federal para complementar los esfuerzos de recuperación estatales y locales en las áreas afectadas por unos incendios forestales que comenzaron el pasado martes.
Biden también ordenó a la Guardia Nacional de EE.UU. y al personal de la Tercera Flota de Estados Unidos en Hawái que hicieran todo lo posible para ayudar a las autoridades locales.
Las imágenes muestran zonas completamente destruidas y la Patrulla Aérea Civil detalló que casi 300 estructuras habían sido impactadas por el fuego.
La fuerte sequía que ha afectado a las islas en los últimos meses, así como los fuertes vientos procedentes del huracán Dora, han provocado que las llamas se extendieran a una velocidad mucho mayor, según las autoridades locales, dificultando además las labores de extinción.