La Fiscalía del Estado de Sonora ha dado comienzo al proceso judicial en contra de José Luis N., el presunto culpable de provocar el incendio que mató a 11 personas y dejó seis heridos este sábado en un bar del municipio de San Luis Río Colorado. Las indagaciones de la Fiscalía indican que el acusado roció la entrada del local con gasolina y prendió fuego con algo parecido a un soplete después de ser expulsado del bar por violentar a un grupo de mujeres. Los sobrevivientes y testigos del incendio han cargado también contra el establecimiento, el Beer House, porque presuntamente operaba sin licencia y no disponía de las medidas de seguridad que podrían haber evitado la intoxicación de muchos clientes.
Las autoridades acusan a José Luis N., de 28 años, de homicidio calificado por el incendio y el asesinato de 11 personas, de tentativa de homicidio por los seis heridos que se salvaron del fuego y otro cargo por los daños ocasionados al establecimiento. La Fiscalía solicitará para el acusado la “máxima pena que la ley contemple”, lo que podría implicar la vida en la cárcel. El juez encargado del caso utilizó las pruebas que tenía en su mano para detener al sujeto y encerrarlo en un penal del Estado, a la espera que se celebre el juicio que determine su futuro.
El viernes por la noche, el Beer House, un local grande y alto de chapa gris con un pequeño escenario para conciertos, mesas para sentarse a beber y una pista de baile, estaba a rebosar de gente que disfrutaba de una noche de fiesta en la colonia Comercial. Hacia la media noche, entró en el local un hombre borracho que empezó a molestar a algunas clientas y los agentes de seguridad del antro le expulsaron del lugar. Antes ya le habían echado de otros bares, aseguró el fiscal. El hombre salió muy enfadado y se dirigió hacia su camioneta de trabajo, de color rojo, dio marcha atrás y situó su vehículo frente al establecimiento.
Sacó el combustible y empezó a rociar la entrada del local. Luego le prendió fuego con un soplete, apuntan las autoridades, y huyó de allí mientras el fuego se comía la entrada y la gente pugnaba por salir de allí con vida. Las víctimas recuerdan con horror los momentos de angustia. Sylvia Ruiz, en conversación con Infobae, cuenta que al principio no les dejaban salir del local, aunque el humo ya les estuviera ahogando. “Empuje bien fuerte a alguien que estaba en frente. En la puerta alguien impedía la salida, pero dije ‘no, tenemos que salir’, porque ya me estaba ahogando. Así que empujé bien fuerte, tan fuerte que fuimos a dar al piso, pero afuera”.
El borracho huyó en su camioneta y la policía, tanto las locales como las del Estado de Baja California y las fronterizas con Estados Unidos, recibieron el aviso para atraparlo en caso de que le vieran. Le detuvieron esa misma noche. Varios ciudadanos identificaron el vehículo con el que el sujeto había conseguido darse a la fuga, llegaron hasta la casa en la que estaba aparcado, y allí descubrieron que había huido, con una mujer, en otro transporte diferente. Horas después estaba bajo el poder de las autoridades.
El Beer House, donde se dieron los hechos, no contaba con licencia, estaba operando de manera irregular, aseguró el director de Desarrollo Urbano y Ecología del municipio de San Luis Río Colorado, por lo que se espera que la justicia someta al establecimiento a su propio proceso para establecer las culpas que pudieran resultar. El bar abrió sus puertas en 2017. El Ayuntamiento tiene un registro de licencia de funcionamiento, pero en los siguientes años no se volvió a registrar permiso alguno, y tampoco contaba la aprobación de Protección Civil, el órgano encargado de revisar la seguridad y la existencia de medidas de emergencia en estos locales.