A Checo Pérez le acompañó la sombra de la desgracia del Gran Premio de Mónaco. En Montecarlo, el tapatío tuvo un error de novato en la pista que lo mandó a estrellarse y terminar decimosexto. Este domingo, en España la clasificación lo mandó hasta el undécimo puesto. Todas las revanchas posibles tenía que encontrarla en la carrera. El mexicano recurrió al modo vengativo para reducir el control de daños y finalizar cuarto. “Fue una buena recuperación. Tenemos que volver fuertes en Canadá”, comentó el mexicano tras cruzar la meta.
“En la primera vuelta no arriesgamos de más pensando en los puntos. Russell hizo la diferencia, cortó la curva uno y ganó posiciones. Y al final eso hizo la diferencia. Ir detrás de los coches degrada las llantas”, explicó Pérez tras la carrera sobre una maniobra que rozó la ilegalidad del piloto de Mercedes, pero que al final fue perdonada por los comisarios de pista.
El mexicano no tuvo la mejor arrancada en Montmeló cuando perdió dos lugares. A bordo del Red Bull tuvo que ir escalando posiciones para recuperar el ritmo. La potencia del auto, más la pericia como piloto, le valieron a Pérez para pelear por el cuarto lugar, una posición nada despreciable, aunque sí insuficiente para poder arrebatarle el podio a Russell de Mercedes.
El piloto mexicano, tras la carrera de España, aún se mantiene en segundo lugar del campeonato, aunque cada vez más lejos de su compañero en Red Bull, el líder Marx Verstappen: 170 puntos frente a los 117 del de Guadalajara. La batalla interna favorece a un Red Bull que en el Mundial de constructores tiene 287 puntos frente a los 152 de Mercedes. “Normalmente debería ser segundo con la velocidad que tenemos en el coche”, lanzó Verstappen en la previa a la carrera en una forma para apoyar, y también presionar, al de Guadalajara. “Hoy pagamos el mal día en la clasificación. Estuvimos un paso detrás de Max. El auto fue complicado de manejar este fin de semana”, admitió el mexicano en declaraciones recogidas por ESPN. El mayor obstáculo, según contó el mexicano, fue la degradación de los neumáticos en la pista de Barcelona que lastró la velocidad del auto.
La próxima cita será en Canadá, donde el año pasado Checo Pérez abandonó tras un fallo en el motor.