“La ciudad será una locura”, vaticina Mohamud Niro. Este empleado de una tecnológica asegura que Denver, la capital de Colorado, se convertirá desde este jueves y hasta el domingo en una fiesta que traerá a decenas de miles de personas al centro. La ciudad celebró el año pasado la Stanley Cup, el campeonato de hockey sobre hielo, pero el baloncesto trae de vuelta grandes recuerdos a la ciudad. La historia de los Denver Nuggets se remonta a la American Basketball Association (ABA), la organización rebelde que terminó absorbida por la NBA en 1976. De allí salieron los Spurs, Pacers, Nets y Nuggets. Para no vivir del pasado, la afición confía en que Nikola Jokic podrá traer por fin un anillo de campeonato en la primera final que disputan en casi medio siglo en la liga profesional. Para ello tendrán que vencer a Jimmy Butler y los Miami Heat, quienes ganaron su tercer título hace diez años.
Los orígenes de Jokic y Butler no pueden ser más distintos. El fenómeno serbio creció en Sombor, un pueblo cercano a la frontera de Hungría, en un apartamento junto a sus padres, sus dos hermanos y su abuela. De joven prefería las matemáticas y las clases de historia a la actividad física. Nemanja y Strahinja, sus hermanos mayores, le contagiaron el gusto por el baloncesto. Jimmy Butler, en cambio, tuvo una difícil infancia en Texas. Su madre lo echó de casa cuando tenía 13 años y vivió con amigos durante varias semanas hasta que una familia lo adoptó y pudo continuar en el instituto. Butler pasa mucho tiempo en su estado natal, donde visita a sus familias, incluida su madre biológica.
Butler, de 33 años, ha probado su capacidad para salir de situaciones desfavorables. Era el jugador número 72 en el ranking del instituto. No a nivel nacional, sino estatal, de Texas. Un recluta, no obstante, apreció el talento que se ha desbordado en estos playoffs, donde Miami ha estado siempre luchando contra corriente. Primero derrotaron en el play in a los Bulls de Chicago, el equipo que fichó a Butler en la última selección de la primera ronda del draft de 2011. Después eliminaron a los Bucks y a los Celtics, los números uno y dos del Este, respectivamente. Los Heat se han convertido en el segundo equipo que ha alcanzado la final siendo el octavo clasificado en su conferencia. Solo lo habían logrado los Knicks en 1999 con Latrell Sprewell, Patrick Ewing y Larry Johnson (perdieron 4-1 con los Spurs).
A nadie le sorprende decir que los Nuggets, que conquistaron el Oeste, parten como favoritos. Han sufrido solo tres derrotas en la postemporada y llevan sin jugar desde el 22 de mayo, cuando eliminaron a los Lakers de LeBron James por un contundente 4-0. Pero si hay alguien que puede ganarles es Butler y la estrategia de Erik Spoelstra, considerado el mejor entrenador de la NBA. “A estas alturas, no esperamos que nada sea fácil”, ha dicho esta mañana el entrenador. Tyler Herro, quien se fracturó la mano derecha en la eliminatoria contra los Bucks estuvo presente en la práctica del miércoles. Spoelstra ha descartado que juegue mañana o el domingo, lo que sugiere que podría estar de vuelta para cuando la serie llegue a Miami.
El propio Jokic se ha encargado de quitar un poco de la presión que el equipo siente sobre los hombros. “No somos los favoritos”, afirmó el pívot a los periodistas este miércoles. “En las finales no hay favoritos”, sentenció reconociendo el gran momento que ha vivido Miami. “Este va a ser el partido más difícil de nuestra vida y lo sabemos”, finalizó.
A pesar del mensaje de cautela, la ciudad se ha dejado llevar por el hechizo serbio. Decenas de personas hicieron una parada esta mañana en la tienda del equipo en el estadio Ball, donde siguen invictos en estos playoffs, para comprar jerseys, gorras y otros artículos para mostrar la pasión por el equipo. Las camisetas con el número 15, el de Jokic, se estaban vendiendo como pan caliente. “Aquí nos quedamos con ganas de verlos llegar hace tres años, pero espero que ahora se nos pague la paciencia con un título”, afirma Marina Izquierdo, en referencia a la final de conferencia del Oeste que los Nuggets perdieron en la burbuja de Orlando contra los Lakers de LeBron James.
La prensa ha querido saber este miércoles si Butler ya tiene un plan para anular a Jokic. “Lo vamos a cubrir los cinco, todo el equipo. Hay que intentarlo, no podemos tener errores en la defensiva”, respondió la estrella de Miami, quien también dijo que la confianza de sus compañeros, Caleb Martin, Gabe Vincent y Duncan Robinson, está en su nivel más alto. El serbio, de 28 años, busca cimentar con un título su llegada al Olimpo de la NBA. El atleta ya ha llegado a lo más alto con sus estadísticas. Fue el novato del año en 2015-2016 y ha sido nombrado dos veces jugador más valioso de la NBA. Promedia tras estos 15 juegos de playoffs 29,9 puntos por partido, 13,3 rebotes y 10,3 asistencias. Las casas de apuestas de Las Vegas creen que promediará un triple doble en cada partido de la final. Jokic ha logrado 29 de sus 105 triples dobles en la actual campaña.