Los padres son responsables de conducir a los hijos por el camino correcto y es que muchos a veces olvidan la importancia de mostrarles a las criaturas el valor de lo que cuesta ganarse el dinero, sin embargo, estos papás fueron más allá y decidieron cobrarle renta a su propia hija.
Kyle, la hija de esta pareja, cumplió 18 años y en cuanto alcanzó esta edad ellos comenzaron a cobrarle una renta por vivir en su casa y es que señalaron que debía aprender desde joven a valorar el dinero y lo que tenía en estos momentos de su vida.
Los padres aseguraron que si estuviera rentando por su cuenta todo sería mucho más caro, tendría cuentas más altas de lo que debe pagar con ellos y finalmente lo que buscan es abrirle los ojos ante una realidad que millones de personas viven día con día.
“Si viviera en su propio lugar estaría pagando mucho más. Es solo para abrirle los ojos. Es una porción muy pequeña de sus ingresos, no la estamos poniendo en un aprieto”.
El objetivo de esto es que la joven esté preparada para la vida y sepa desde estos momentos que en la realidad nada es gratis, por lo cual es importante que logre convertirse en una mujer adulta consciente sobre las obligaciones de una persona independiente y autosuficiente.
“Esta es nuestra forma de prepararla y asegurarnos de que sepa que las cosas no son gratis. Parte de convertirse en adulto es saber que tienes que pagar la renta”, puntualizaron ambos padres.
Por ello es que la joven tiene que pagar 200 dólares al mes para continuar viviendo en casa de sus padres, esto incluye todos los servicios, es decir, paga aproximadamente 3 mil 531.51 pesos mexicanos como mensualidad.
Redes opinan
Aunque algunos estuvieron de acuerdo, hubo quienes aseguraron que no era su estilo de paternidad cobrarle dinero a sus hijos por vivir en casa todavía. Esto fue lo que dijeron al respecto:
“YO FUI CLARA CON MI HIJA QUE TRABAJE Y QUE RENTE APARTE YA QUE SE QUE NO LE GUSTARA QUE PONGA REGLAS EN CASA PORQUE ESO D EQUE ENTREN A LAS 3 AM NO!”.
“No es para mí, sé que es raro, pero siempre estaré para ayudar a mis hijos”.
“¡Bien por ustedes! Se llama adultez”.
“Solía pagar 300 dólares por mi habitación, ahora pago mil 300 por un departamento compartido”.