Tras fracasar las negociaciones entre México y Citigroup para vender Banamex al sector privado en ese país por las condiciones impuestas por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el mandatario plantea ahora asumir en solitario esa adquisición y crear un gran banco estatal, algo que genera dudas entre los analistas.
“Si no quiere vender, pues vamos a hablar con ellos, o sea, no descartamos la posibilidad (…) porque nosotros sí necesitamos un banco (…), es una oportunidad”, comentó López Obrador en su conferencia desde el Palacio Nacional.
El mandatario dijo que su adquisición podría ser a través de una asociación público-privada y aseguró que el Gobierno mexicano cuenta con finanzas sanas y tiene capacidad de endeudamiento.
Dudas sobre el banco estatal
La directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, consideró hoy que, con su anuncio, Citi quitó todo el “miedo” y la “aversión al riesgo” que había generado el presidente López Obrador en el proceso de compra-venta de Banamex y evitar que disminuyera su valor.
También señaló que una posible compra por el Gobierno mexicano “no sería bueno para nadie. Ni para el Gobierno, ni para la empresa, ni para nadie”.
En esto coincidió un análisis del Bank of America, que concluyó que la compra por el Gobierno mexicano podría impactar al sector bancario establecido, ya que es el cuarto banco más grande en el país.
Aparte, la subdirectora de Análisis Económico en grupo financiero Monex, Janneth Quiroz, reflexionó que de salir en México incrementaría el interés, al conocerse más de cerca que es “un banco rentable” por lo que auguró “una buena demanda”.
Asimismo, Daniel Becker, miembro de la Asociación de Bancos de México, señaló que sería positiva la entrada a la bolsa de Banamex, ya que terminaría con años de sequía en el apetito al riesgo en el mercado financiero mexicano, en medio de menos emisores y acciones deslistadas.
Proceso truncado de Banamex
Citi anunció en enero de 2022 su intención de vender parte de su negocio en México, principalmente su cartera de consumo y parte de su patrimonio, mientras que mantendría su cartera de grandes corporativos.
Desde entonces, López Obrador condicionó su venta a factores como que se vendiera a capital mexicano, que se pagaran impuestos por la transacción, no se tuvieran saldos pendientes tributarios y que el patrimonio cultural de Banamex quedara en el país.
A la puja se sumaron algunos de los principales bancos en México como Inbursa, del magnate Carlos Slim; Banco Azteca, Banorte, Santander y Mifel, entre otros.
Sin embargo, uno a uno fue abandonando su intención hasta el último negociante, Grupo México, en medio de la ocupación por parte de las Fuerzas Armadas a una concesión de la compañía por 120 kilómetros de vías ferroviarias, que se ha calificado de expropiación.
Este miércoles, Citi anunció que dejará de lado las negociaciones entre particulares y definió que la venta de Banamex se dará a través del mercado de valores mediante una oferta pública inicial (OPI) en 2025.
En este sentido, López Obrador dijo que la administración pública podría disponer de hasta 3 mil millones de dólares y ofertar acciones por 2 mil millones de dólares, si el valor de venta aún ronda los 7 mil millones de dólares.
“Es un buen negocio”, afirmó López Obrador, pues sostuvo que el principal cliente de los bancos es el Gobierno.
Banamex, cuarto grupo bancario del país, fue adquirido en 2001 por Citigroup por 12 mil 500 millones de dólares, y tiene actualmente mil 300 sucursales, 9 mil cajeros automáticos, 6 mil 600 clientes comerciales y 12.7 millones de clientes privados, además de 10 millones de titulares de fondos de pensiones.
Citi precisó, no obstante, que la OPI se completaría en 2025, lo que implica que el mandatario habrá dejado el poder, ya que en México no se permite la reelección presidencial y las próximas elecciones son en junio en 2024.
Siller, explicó que, para esta operación en México o Estados Unidos, requerirá la autorización de la autoridad competente, que en el país es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Tras conocerse la resolución del grupo estadounidense, las bolsas mexicanas reaccionaron de inmediato y levantaron la mano para ser parte de su incursión en el mercado de valores mexicano.
Por una parte, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) indicó que cuenta “con la infraestructura, la ventana para el acceso al financiamiento y la capacidad para acompañar un proceso de este tamaño e importancia”, mientras que la Bolsa Institucional de Valores (Biva) destacó que son “la mejor opción” para realizar esta operación por ser la “bolsa más tecnológica e innovadora”.