Rita Macedo, la mamá del ahora controvertido productor Luis de Llano, fue una actriz que vivió en la turbulencia.
Entre otras cosas, recibió ataques por parte de Pedro Armendáriz; el realizador Julio Bracho quiso abusar de ella y sostuvo relación amorosa con un entonces desconocido escritor Carlos Fuentes.
Atormentada, en diciembre de 1993 y apenas con 67 años, tomó una pistola, se subió a su auto y decidió acabar con su vida.
Ella misma se describe en “Mujer en papel”, libro recopilatorio de sus memorias iniciadas el mismo año de su fallecimiento y tiempo después completadas por su hija Cecilia Fuentes.
“Fui esposa frustrada y madre desconsiderada, esposa enamorada y madre cariñosa, mujer liberal y mujer abandonada. Reinventé el teatro en México y colaboré en la realización de algunas de las telenovelas juveniles más populares de nuestros país”, dice en su memorias.
“Me comporté como fiera agresiva ante personalidades intocables, e hice fortuna recibiendo de amantes adinerados. Viví en más países y ciudades de los que puedo recordar y me codeé con los intelectuales más destacados del mundo de entonces y de ahora. Viví una infancia miserable”, se lee en el libro.
Rita, nacida en 1925, en realidad se llamaba Concepción, pero su nombre artístico se lo debe a Julio Bracho (“La sombra del caudillo”) quien un día se metió a su cuarto buscando algo más, mientras rodaban escenas de “Rosenda” (1948).
“Con su eterno vaso de whisky en la mano, trató de arrinconarme. No me fue difícil esquivarlo mientras él me correteaba alrededor de la cama”, recuerda en el libro, concluyendo que el realizador se cayó, lastimándose y optando por salir.
Dos años antes, en 1946, Rita había sido víctima de Pedro Armendáriz cuando rodaban “La casa colorada”.
Durante una comida y en el contexto de un juego, ella le aventó una botella que quedó a los pies del actor de “La perla”, quien respondió de manera violenta para todos.
Armendáriz le soltó un botellazo buscando la cabeza de Rita, sin tino. Pero comenzó a aventar otra botella para dañarla, mientras ella se escondía bajo la mesa y el staff buscaba controlarlo.
Con casi un centenar de producciones en su filmografía, entre cine y televisión, Rita comenzó su carrera en 1942 con el filme “Las cinco noches de Adán”, protagonizada por Domingo Soler, y la acabó con “Cambiando el destino” (1992) que llevó al grupo Magneto al cine.
En el inter trabajó con Joaquín Pardavé en Sara García en “El barchante Neguib”; protagonizó “Por la puerta falsa”, dirigida por Fernando de Fuentes, participó con Pedro Infante en “Pueblo, canto y esperanza” y fue dirigida por Luis Buñuel en “Nazarín” y “Ensayo de un crimen”.
“Un genio con la alegría y malicia de un chamaco de seis años, a quien lo que más le gustaba era encontrar oportunidades para juguetear y reír”, cuenta al referirse a Buñuel, director de “Los olvidados”.
Sus últimos años en la televisión fue un reducto para ella, integrando el reparto de “Un nuevo amanecer”, con Salma Hayek y “Alcanzar una estrella”, producida por su hijo Luis de Llano.
Precisamente De Llano fue quizá la última persona que la vio con vida. Esa mañana decembrina de hace 29 años, Rita lo visitó en su oficina y le dijo que estaba ahí para despedirse.