BARCELONA — Neymar mantiene contrato con el Paris Saint-Germain hasta junio de 2027 pero su permanencia en París más allá del final de esta temporada es muy incierto.
Y de acuerdo con lo expresado a ESPN por fuentes cercanas al futbolista su mayor deseo, aún, entendiendo la dificultad, sería regresar al Barcelona.
El Barça, aseguró una fuente del club azulgrana, no ha mantenido “ningún contacto” con Neymar ni, tampoco, tiene constancia de la idea del futbolista que, de entrada, “no entra en los planes” deportivos de la entidad…
El único escenario en que podría encajar el brasileño sería mediante una cesión desde el PSG y disminuyendo de manera drástica su salario, que en el club francés está por encima de los 30 millones de euros por temporada, una cantidad inasumible en el Camp Nou y más teniendo en cuenta los problemas con el límite salarial de una plantilla que necesita, imperiosamente, disminuir.
Lesionado en el tobillo desde el mes de febrero, Ney ha cerrado su sexta temporada en el PSG con un saldo de 18 goles y 16 asistencias en 29 partidos, una estadística más que notable que no ha evitado, sin embargo, que sea repudiado por una hinchada cuyos ultras, en un número superior al centenar, fueran a las puertas de su casa en las cercanías de París a exigirle que se marche del club.
La situación no es nueva y provocó que el todavía entrenador del equipo, Christophe Galtier, no asegurara su permanencia más allá del final de temporada, conocedor como es el técnico de que la propia dirigencia de la entidad lleva meses negociando su salida.
Ya en el mes de febrero, una semana antes de que el jugador sufriera su lesión, el nuevo propietario del Chelsea, Todd Boehly, mantuvo en París una reunión con el presidente del PSG Nasser al Khelaifi en la que trataron un posible traspaso de Neymar, por quien el club galo pagó un total de 252 millones de euros en el verano de 2017.
En dicho encuentro no se llegó a ninguna conclusión, por cuanto el Chelsea, que desde el verano pasado ha invertido 622 millones de euros en fichajes, está tan obligado a rebajar su masa salarial como a cumplir los parámetros de Fair-Play en la Premier League, más flexible que LaLiga cuando hay un cambio de propiedad pero que en el segundo curso de ese cambio de dueños exige cumplir con la normativa.
Consciente de la enorme dificultad de lograr su traspaso, el PSG está abierto a negociar la cesión del delantero brasileño siendo el club de destino el que se hiciera cargo de la ficha del jugador y en las condiciones actuales solo se contemplaría su marcha a la liga inglesa, donde el músculo financiero está muy por encima de los demás campeonatos de Europa… Pero Neymar haría una excepción si se abriera la posibilidad de regresar al Barça.
El futbolista mantiene domicilio en Barcelona, a donde se desplaza con asiduidad, y estaría dispuesto a disminuir de forma evidente su salario para encajarlo en la realidad azulgrana. En el Spotify Camp Nou, sin embargo, no ha existido de momento ningún planteamiento al respecto.
Confirmada ya la marcha de Sergio Busquets al acabar el curso, el nombre de Lionel Messi es el que centra toda la actualidad en el entorno del club y no hay atención para Neymar, quien encarando la recta final de su recuperación espera acontecimientos para aclarar un futuro que, como en el caso de su colega argentino se adivina lejos del PSG.
El deseo del brasileño es uno: el Barça. Y aunque hoy por hoy esa posibilidad se antoja muy complicada no le quiere cerrar la puerta.