El deseo de Joe Biden de aumentar la cantidad de vehículos eléctricos en Estados Unidos en los años inmediatos podría sufrir un retraso ante la posibilidad de que su plan para ofrecer concesiones a los fabricantes de vehículos eléctricos (EV) a través de créditos negociables en virtud de un plan de combustible renovable, esté generando desafíos legales.
La agencia de noticias Reuters señaló que dos fuentes familiarizadas con el asunto han informado que existe preocupación sobre el panorama legal del plan propuesto por el presidente de los Estados Unidos para dar a los fabricantes de vehículos eléctricos, como Tesla, créditos para la recarga de vehículos que utilizan energía generada a partir de gas natural renovable, o metano recogido de fuentes tales como el ganado o los vertederos.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) recomendó en el 2022 que los coches eléctricos fueran añadidos a la Norma de Combustibles Renovables de Estados Unidos (RFS) para el periodo de 2023-2025 al utilizar energías generadas de las fuentes antes mencionadas.
La normativa actual obliga a las refinerías de petróleo a mezclar biocombustibles en el combustible que producen o a comprar créditos a otras refinerías que sí lo hagan. Actualmente están reservados para gasolinas mezcladas con combustibles líquidos como el etanol de maíz. La intención es agregar aquellos que parten de otras fuentes como gas renovable y que puede ser tomada para recargar coches eléctricos.
El Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, gobernado por los republicanos, escribió la semana pasada a la EPA para impugnar el programa de vehículos eléctricos, argumentando que la Norma de Combustibles Renovables de Estados Unidos debía destinarse a los combustibles líquidos para el transporte y no para su electrificación general.
Si la medida fuera aprobada como la propuso Joe Biden, los créditos se agregarían a los miles de millones de dólares que ya dispone la industria para tratar de acelerar la transición a los vehículos eléctricos. En 2022 solo el 5.8 por ciento de los coches vendidos en Estados Unidos fueron eléctricos, pero esperan que esto aumente hasta el 67 por ciento para 2032 con diversas medidas.
La propuesta de noviembre preveía que los fabricantes de vehículos eléctricos podrían generar hasta 600 millones de créditos en 2024 y 1.200 millones de ellos en 2025. Los precios de un crédito equivalente eran de unos 2,30 dólares cada uno en marzo, según datos de la EPA.
Este cambio permitiría que otros grupos de combustibles renovables como el diésel puedan verse beneficiados de estos créditos.