Después de la pandemia esto cambió y se sustituyó el offshoring por el nearshoring donde México está siendo, quizás, el principal beneficiado de esta transición. Durante el confinamiento se suscitó la crisis de la cadena de suministros, lo cual complicó la llegada de los productos a los consumidores finales, además de encarecerlos.
Fue en ese momento cuando las empresas comenzaron a cuestionarse si realmente valía la pena (en términos de costo/beneficio) tener alejadas las fábricas del lugar de consumo final y si esto compensaba los ahorros que habían ocasionado que las fábricas se ubicaran en Asia. En consecuencia, comenzó a sonar con más fuerza la estrategia del nearshoring.
Ésta se convirtió, no sólo en una palabra de moda, sino en una solución a las complicaciones que surgieron a partir de la pandemia. La palabra nearshoring proviene del inglés, y se podría traducir como “deslocalización cerca”, por lo que este concepto se entiende como el desplazamiento de las fábricas de su país de origen a una nación cercana geográficamente (dentro del mismo huso horario, por ejemplo), pero con costos más bajos.
Hace unas semanas la empresa de automóviles eléctricos Tesla anunció la instalación de una gigafábrica en nuestro país y la locación será Monterrey. Esto representa todo un hito para el sector de la industria y la manufactura de nuestro México, demostrando que el nearshoring ya está aquí.
Pero esto no es algo que haya comenzado con este anuncio, pues lleva ocurriendo un par de años.
Además, de acuerdo a la AMPIP (Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados), actualmente se encuentran operando 430 parques industriales, los cuales albergan 3,800 empresas instaladas, dando como resultado una ocupación de más del 97.5% y, según la misma asociación, estos parques industriales generan tres millones de empleos. Este dinamismo del nearshoring ha ido en crecimiento, pues la AMPIP informó que durante el 2022 se inició la construcción de 47 nuevos parques industriales.
Esta oleada de nuevas empresas instaladas se puede apreciar de manera clara en la cotización de la acción de la empresa Vesta, la cual se dedica a construir y operar parques industriales. Desde el 2 de marzo de 2020 hasta la fecha, la acción ha presentado un incremento de 79.62 por ciento.