Muchos lo han intentado, pero en México nadie ha logrado frenar su extradición con el argumento de que no es la misma persona que otra nación reclama para juzgarlo por diversos delitos. Esto ha sido posible gracias al software de reconocimiento facial denominado Animetrics.
Aunque los requeridos intentaran practicarse cirugías faciales o dañar sus huellas dactilares, los peritajes que lleva a cabo la Coordinación General de Servicios Periciales, de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), son capaces de revelar su verdadera identidad.
David Zepeda Jones, titular de la mencionada coordinación, dirige al equipo que verifica la identidad de cada uno de los detenidos —ya sean mexicanos o extranjeros— y que son pedidos por distintas naciones.
El software fue creado por Estados Unidos y México lo adquirió en 2015. Constantemente se actualiza y es la herramienta que garantiza que presuntos delincuentes no evadan la justicia, como en el caso de Ovidio Guzmán López, El Ratón.
En marzo pasado, el hijo del capo Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, afirmó no ser la persona que el gobierno norteamericano quiere juzgar. “No soy la persona que ellos creen, que reclama hoy Estados Unidos”, aseguró a un juez federal.
“Respecto al hecho de que existan las cirugías faciales, es muy importante resaltar que no únicamente es a nivel externo el estudio, sino que es a nivel óseo donde se nos brindan ciertas características muy individualizantes, que es lo que nos permite tener la certeza de identificación fisonómica”, puntualizó Zepeda Jones.
En ese sentido, José Luis Castañeda López, subdirector de Identificación Forense, perteneciente a la Coordinación General de Servicios Periciales, explicó que uno de los requisitos más importantes para poder llevar a cabo una extradición es la prueba de identidad.
“Las pruebas de identidad que cuentan con más índices son la identificación fisonómica y la lofoscopía forense, es decir, el análisis de las crestas papilares en los dedos, así como de palmas de las manos y plantas de los pies”, detalló Castañeda López.
Para poder practicar este tipo de estudios debe existir un oficio del agente del Ministerio Publico de la Federación donde se solicite a la Agencia de Investigación Criminal, y en específico a la Coordinación General de Servicios Periciales, esos dos peritajes, independientemente de los elementos con los que cuente el país requirente; con base en eso, se realizan las diversas pruebas.
Esta área de la Fiscalía General de la República —la cual fue impulsada por la entonces Iniciativa Mérida— cuenta con laboratorios y equipamiento de alta tecnología, de las mejores a escala mundial, tanto en microscopía como identificación fisonómica.
Además, todos los peritos están certificados, tienen un reconocimiento y reciben capacitaciones constantes.
Realizar una identificación fisonómica lleva, contando con elementos de estudio, alrededor de 48 a 72 horas.
Zepeda Jones comentó que también se efectúan peritajes del sistema óseo, es por ello que es totalmente certera la identificación de las personas.
“Puede ser intervención únicamente de una especialidad o de varias, según las solicitudes del Ministerio Público y de acuerdo a como nuestros expertos vean la documentación que se nos está aportando para llevar a cabo estas técnicas.
“Todo está reglamentado. Todos tenemos protocolos de intervención, los cuales seguimos puntualmente, y nuestros laboratorios están actualizados tanto nacional como internacionalmente”, agregó.
Por su parte, Castañeda López aseguró que todas las pruebas periciales cumplen con un estándar llamado Daubert, el cual es un método científico reconocido a nivel internacional.
Fracaso de ‘El Menchito’
Rubén Oseguera González, El Menchito, ofreció dictámenes periciales para tratar de demostrar que no era hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Como prueba, El Menchito proporcionó una pericial médico forense en materia de antropometría e identificación de persona, así como fisonómica, a cargo de un perito particular, admitida el 24 de julio de 2017 y desahogada el 6 de julio de 2018.
El perito particular determinó que las imágenes digitales de la petición formal de extradición eran deficientes técnicamente para llevar a cabo un estudio comparativo de los rasgos faciales entre las mismas y las tomadas a Rubén Oseguera González cuando se encontraba interno en el penal federal número 13, ubicado en Oaxaca.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República demostró que se trataba de la misma persona y El Menchito fue extraditado en febrero de 2020.