La ampliación de tres meses en la regularización de los automóviles indocumentados que vienen directamente desde Estados Unidos es una mala noticia para el país, así lo aseguró Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles (AMDA), en entrevista con Miguel Aquino y Ana María Lomelí.
El representante del sector destacó que los más de un millón 319 mil es superior a los vehículos nuevos que se vendieron desde que se originó esta medida del Poder Ejecutivo. Indicó que la estrategia ha sido un rotundo fracaso, ya que circulan más autos ilegales que cuando inició este programa.
Destacó que el presidente Andrés Manuel López
Obrador no ha implementado ningún operativo para impedir que sigan llegando este tipo de automotores, lo cual le permite a los delincuentes seguir manteniendo el control de las prácticas ilícitas relacionadas con estas herramientas.
“Parece que fue un banderazo de entrada para las células del crimen organizado”, dijo.
Indicó que estos vehículos suelen llegar al país después de pasar por una subasta de autos que están en pérdida total y después transportados a México. De ahí son llevados hasta la frontera, en los cuales son vendidos sin que haya una regulación.
Además de esto, comentó, estos coches pueden pasar a través de las autopistas mexicanas sin ningún tipo de obstáculo por parte de la Guardia Nacional.
Informó que la forma en la que operan los negocios establecidos que venden vehículos legales, ya sean nuevos o usados los somete a una fuerte regulación, a la que no son integrados los ilegales.
“Están dados de baja simplemente porque no cuenten con la seguridad necesaria”, dijo.
Por si fuera poco, Rosales indicó que estas máquinas son privadas de los catalizadores antes de ser revendidos, lo cual afecta al medio ambiente de manera permanente, pero le da unos pesos extras a los que se dedican a esta práctica.