Mazatlán, Sinaloa (RI Noticias). – La crisis hídrica en Sinaloa ha alcanzado niveles históricos. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunció el cierre total de las presas para uso agrícola, luego de que el sistema de almacenamiento de agua del estado cayera a su nivel más bajo registrado: apenas un 7% de su capacidad.
Actualmente, las 11 presas más importantes del estado apenas almacenan 1,109.3 millones de metros cúbicos (mm³), una cifra que contrasta dramáticamente con los más de 4,000 mm³ que se tenían al iniciar el ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025.
El informe más reciente de Conagua, con fecha del 22 de abril, indica que únicamente se están extrayendo 28 m³/s para el consumo humano, mientras que el uso agrícola ha sido completamente suspendido. Las entradas de agua al sistema son mínimas —apenas 4.4 m³/s—, lo que hace inviable cualquier intento de recuperación a corto plazo.
La falta de lluvias durante los últimos dos años en la cuenca ha provocado una disminución alarmante en los niveles de almacenamiento. En comparación con el mismo periodo del año pasado, hay una diferencia negativa de 834.2 mm³, y frente al promedio histórico para esta fecha (5,170 mm³), el déficit es aún más preocupante.
Así están las principales presas de Sinaloa:
- Huites (Choix): 3.5% de capacidad, sin extracción
- Miguel Hidalgo (El Fuerte): 7.2%, con 13.4 m³/s en extracción
- Josefa Ortiz de Domínguez (El Fuerte): 9.2%, sin extracción
- Bacurato (Sinaloa municipio): 14.1%, con extracción de 8 m³/s
- Guillermo Blake (Sinaloa municipio): 20.2%, sin extracción
- Eustaquio Buelna (Salvador Alvarado): 12.5%, sin extracción
- Adolfo López Mateos (Badiraguato): 4.3%, extracción de 2.2 m³/s
- Sanalona (Culiacán): 6%, extracción de 1.2 m³/s
- Juan Guerrero Alcocer (Culiacán): 9.4%, sin extracción
- José López Portillo (Cosalá): 6%, extracción de 1.7 m³/s
- Aurelio Benassini (Elota): 19.8%, extracción de 2.3 m³/s
El panorama actual dista mucho del registrado el 1 de octubre de 2024, cuando el sistema operaba con un 31.8% de su capacidad. Hoy, las presas muestran un agotamiento extremo que obliga a priorizar el uso humano del agua por encima de cualquier otra actividad.