Mazatlán, Sin. (RI Noticias).- Desde la entrada en vigor de la prohibición de comida chatarra en los planteles educativos de México el pasado 29 de marzo de 2025, la medida ha provocado un debate entre la ciudadanía. La restricción abarca desde el nivel básico hasta el superior, con el objetivo de reducir los índices de obesidad infantil en el país, un problema de salud pública que ha colocado a México entre los primeros lugares a nivel mundial en sobrepeso infantil.
Para Jaime Herrera, la decisión, aunque necesaria, no ataca la raíz del problema. “Es arreglar un problema nada más por encima, porque todo eso lo van a seguir vendiendo en otros lados. Tiene que ser toda una estrategia de cambiar los hábitos de las personas, de los padres y no que sea nada más así como así en la prohibición”. Herrera subrayó que la clave está en educar a los padres sobre la importancia de una alimentación saludable para que puedan inculcar buenos hábitos en sus hijos.
Por otro lado, Jesús Antonio Gómez García ve la prohibición como una acción acertada. “Pienso que es una buena idea, porque sí hay muchos niños que ni siquiera se van a desayunar y nada más les dan dinero para comprar. Antes comíamos frutas y otros alimentos naturales”. Desde su perspectiva, reducir la disponibilidad de productos ultraprocesados en las escuelas podría incentivar el consumo de alimentos más nutritivos.
El debate sigue abierto. Mientras algunos piden fortalecer la educación nutricional y el papel de los padres, otros confían en que restringir la venta de estos productos en las escuelas será un primer paso para mejorar la salud de los estudiantes.


